Cuando nuestros músculos se encuentran tensos debido a que han sido sometidos a demasiado esfuerzo, lesiones, tensión nerviosa (estrés), malas posturas continuadas, dormir poco o en camas inapropiadas, problemas emocionales, circulación sanguínea deficiente o problemas orgánicos, acumulan sustancias de desecho que causan dolor, rigidez, e incluso, espasmos musculares. El masaje incrementa notablemente la circulación hacia y desde los músculos, aceleran la eliminación de estas sustancias tóxicas y hace que llegue gran cantidad de oxígeno a los tejidos con lo que se logra la relajación de éstos, acelera el proceso de recuperación de lesiones y de numerosas enfermedades.
El masaje no solamente logra ablandar y relajar nuestros músculos, además tiene una larga lista de aplicaciones y beneficios para la salud corporal y de la mente.
Las manipulaciones realizadas en este masaje van dirigidas sobre uno o varios grupos musculares contracturados, derivados de esa tensión acumulada.